Hola a todo aquel que se tome su tiempo para pasar por este humilde rincón. En este blog, se publicarán mis fics, esos que tanto me han costado de escribir, y que tanto amo. Alguno de estos escritos, contiene escenas para mayores de 18 años, y para que no haya malentendidos ni reclamos, serán señaladas. En este blog, también colaboran otras maravillosas escritoras, que tiene mucho talento: Lap, Arancha, Yas, Mari, Flawer Cullen, Silvia y AnaLau. La mayoría de los nombres de los fics que encontraras en este blog, son propiedad de S.Meyer. Si quieres formar parte de este blog, publicando y compartiendo tu arte, envía lo que quieras a maria_213s@hotmail.com

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sábado, 14 de junio de 2014

El chico del departamento 512 * Capítulo 9


Disclaimer: Los personajes de Twilight son propiedad de Stephanie Meyer, yo solo los ocupo para jugar un poco con ellos en mi mente loca, esperando que les guste.

Sumary: Fue en una tarde lluviosa en que con la llegada de ella se conocieron, no solo llegando a un nuevo departamento sino también a la vida de alguien más y a partir de ese momento sus vidas se entrelazaron sin pensarlo. Iluminando sus vidas al dar una vuelta de 180°; hasta donde los llevara esta relación que comenzaron sin saber exactamente el cómo comenzó.



EL CHICO DEL DEPARTAMENTO 512 * CAPÍTULO 9
by: AnaLau


Cap. 9 Un sueño hecho realidad

La luz del sol que se filtraba por las ventanas anunciado el comienzo de un nuevo día y por primera vez no molestaron a Edward dado que entre sus brazos aun descansaba su ángel, la cual se para su sorpresa si se molestó quejándose y alejándose un poco de él que era donde incidían los rayos del sol.

Mientras se tapaba la cabeza con las sabanas ya que aún no se quería despertar, tenía un buen sueño en el que estaba con Edward.

Bella se volvió a remover con intensión de volver a dormirse, pero se tensó de inmediato al darse cuenta de que no estaba sola, además de que noto que estaba desnuda y ella no dormía de esa forma.

- Demonios – Dijo Bella incorporándose de pronto en la cama y volteo a ver quién estaba junto a ella riéndose.

- Buenos días mi amor, ¿Siempre despiertas de la misma manera? – Dijo Edward tratando de disimular una sonrisa que amenazaba con convertirse en carcajada.

- Demonios – Volvió a decir – ¿No fue un sueño?

- Si te refieres a lo que hicimos anoche, no mi amor no fue un sueño – Dijo Edward aun con humor en su voz – Espero que no te hayas arrepentido – Dijo de repente serio al ver como se alejaba de él y se envolvía una sábana en su cuerpo desnudo.

- ¿De verdad hicimos el amor anoche? – Volvió a preguntar Bella que no salía de su asombro, era como un sueño hecho realidad.

- Si, hicimos el amor anoche, pero si ya te arrepentiste yo lo entiendo – Dijo Edward dolido mientras buscaba a tientas su ropa porque necesitaba salir de ahí. Bella volvió a sorprenderlo cuando se abalanzo contra él dándole un dulce beso en los labios mientras quedaba encima de él.

Edward se quedó estático y solo atino a responder el beso sin saber qué hacer.

- Yo pensé que era un sueño, es que fue tan maravilloso que aún no me lo creo que haya hecho el amor contigo – Dijo Bella con una enorme sonrisa que le iluminaba el rostro – Te amo mucho – Le dijo dándole un beso en su pecho, pero se sonrojo cuando se dio cuenta de que él estaba desnudo.

- Adoro cuando te sonrojas… – Dijo Edward mientras acariciaba su mejilla – Pero me gustaría saber el motivo de tu sonrojo.

- Bueno… es que estas desnudo, no me había dado cuenta – Dijo mientras se sonrojaba más a lo que Edward soltó una carcajada.

- Bueno amor entonces te informo que también estas desnuda por si no te habías dado cuenta y también déjame decirte que para hacer lo que hicimos anoche creo que necesitábamos estar desnudos ¿No lo crees? – Dijo Edward de manera picara, haciendo que se pusiera más roja que una cereza.

- Si, eso lo sé – Contesto Bella – Pero es como si estuviera viviendo un sueño, nunca pensé que haría todo lo que hicimos anoche y fue maravilloso, al menos para mí fue la mejor experiencia que he tenido en mi vida, ¿Estás seguro que no estoy soñando?

- No mi amor, fue real no estás soñando y me alegro de que lo hayas disfrutado tanto, para mí también fue maravilloso no fue simple sexo… fue amor –Dijo mientras la besaba.

- Espera, ¿Qué hora es? – Pregunto Bella de repente preocupada ya que el sol estaba muy alto como para ser temprano y hoy tenía que ir a trabajar, miro su reloj despertador que estaba en el mueblecito de noche – ¡Demonios! Es tardísimo, son casi las 11 de la mañana ya tendría que estar trabajando.

- ¡Woao! No tenía idea de que ya era tan tarde, ¿De verdad tienes que ir a trabajar? – Pregunto Edward que aún no quería despedirse de ella.

Al diablo con el trabajo pensó Edward quería pasar todo el día con Bella.

– Puedo hacer unas llamadas y dispensarte, además yo necesito hacer una a mi trabajo – Dijo al verla tan angustiada por su trabajo.

- No lo sé nunca he faltado además es mi primer empleo creo que no se vería bien que me despidieran de mi primer empleo por no ir.

- No te preocupes, anda ve a alistarte para tu trabajo mientras yo trato de hacer que no tengas que ir o que en su defecto puedas llegar a esta hora ¿Si? – Dijo Edward recordando el nombre de la empresa para la que ella trabajaba y pensando en la excusa que les daría para que le perdonaran el día.

- Está bien, voy al baño si gustas puedes hacer tu llamada aquí o en la sala como gustes – Dijo Bella antes de salir disparada hacia el sanitario.

- Muchas gracias – Dijo Edward observando como Bella se reajustaba la sabana a su cuerpo para escabullirse al baño dejando a Edward con pensamientos nada inocentes y un tanto incoherentes al ver el cuerpo desnudo de Bella.

Edward se propuso hacer hasta lo imposible para quedarse con ella todo el día, es más ¿Porque no toda la vida? Se preguntó.

Bella se metió al baño tomando todo lo que necesitaba antes de entrar, pensando en una excusa que decir en su trabajo. Se apresuró a darse la ducha ya que tal vez Edward quisiera tomar una también, salió de la regadera, se secó y cambio, se comenzaba a secar el cabello para cepillárselo en la recamara.

Cuando salió vio a Edward de espaldas a ella a medio vestir hablando por teléfono.

- Si Susana, ya te dije que no voy a ir hoy… no importa pasa todas mis actividades de hoy para después en la semana… si, da la excusa que quieras… dile a mi padre que se me presento algo que es ineludible que no se preocupe. Estoy bien… bueno está bien estoy más que bien, de verdad… ¿De verdad me oigo feliz?... bueno la respuesta es sencilla soy feliz…bueno cuídate, yo me doy una vuelta mañana y si es urgente me
mandas un texto y yo checo mi correo.

- Hmm, lo siento no quería escuchar, ¿Todo está bien? si necesitas ir a tu trabajo no hay problema – Dijo Bella.

- No te preocupes, hable a tu oficina y dije que estabas un poco indispuesta y que te darías una vueltecita mañana o que te llamaran si había algún inconveniente, espero que no te moleste.

- Está bien… mmm quieres desayunar, puedo preparar algo mientras si quieres te puedes dar una ducha.

- Me encantaría, pero aun no tengo ropa aquí que te parece si vamos a mi departamento me doy la ducha y pedimos algo para desayunar o salimos a comer algo.

- Ok, como gustes pero si quieres puedo preparar el desayuno por mí no hay problema – Se ofreció Bella de nuevo.

- ¿Estas segura de que quieres cocinar? Nunca había conocido a una mujer que le guste cocinar que no fuera mi madre o una chef.

- Es que es algo que se me da muy bien sin intensión de ser presumida, además de que me gusta hacerlo. Anda ve a darte un baño yo arreglo aquí y preparo el desayuno, a menos de que insistas en pedir algo, digo a lo mejor estas más acostumbrado a comer fuera.

- Está bien no te preocupes tu preparas el desayuno que se será delicioso como la pasta de la última vez. Bueno no tardo – Dijo Edward dándole un tierno y casto beso – Hueles delicioso como a fresas, se me hace agua la boca.

- Hmm, es mi champú favorito – Dijo Bella

Mientras Edward se dirigía discretamente a su departamento (bueno tal vez no tan discretamente) se topó con Alice que salía de su departamento.

- Hola Ed, aun por aquí y según veo te equivocaste de departamento ¿No?, que yo sepa la que vive ahí es Bella – Dijo Alice de manera picara haciendo que Edward se pusiera nervioso.

Que iba a hacer, además de que logro que se sonrojara un poco al verse descubierto, ¡Porque me la tenía que encontrar precisamente a ella! Pensó Edward.

- Hola pequeña Alice, ya te lo dije muchas veces no me gusta que me digas Ed, y no me equivoque de departamento y si no te importa tengo un poco de prisa – Dijo tratando de escabullirse.

- Está bien me supongo que no van a trabajar hoy, que les parece si comemos todos juntos, y así les dejo lo que queda de la mañana libre – Dijo Alice soltando una risita maquiavélica.

- Alice, no lo sé, ya te dije tengo un poco de prisa - Dio un gran suspiro no tenía nada que esconder, además no le apetecía un tira y afloja con Alice ya que buscaría la manera de salirse con la suya, pero antes tenía que hablar con Bella – Ya veremos después el asunto de la comida, te mando un texto ¿ok?

- Está bien Ed, sabes Bella es una buena chica, te voy a pedir que de favor no la lastimes creo que ha sufrido mucho y no se lo merece, si solo la quieres para pasar al rato, más te vale que no la hagas sufrir, mejor déjala ahorita que aun estas a tiempo, porque si la haces sufrir te la veras conmigo y me supongo que con Emmett también ya que la quiere mucho, ¿Entendiste? – Dijo de repente muy seria Alice ya que conocía a Edward y sabía que le gustaba tener sus aventurillas con las que no duraba mucho.

Edward nunca había traído a ninguna chica a su departamento y menos aún nunca había elegido a alguna de
las chicas del edificio. Además Alice y Emmett de verdad que querían mucho a Bella, la dos eran muy buenas amigas tal y como ella dijo desde el principio cuando se conocieron, mientras que para Emmett se
había convertido en su nueva hermanita.

- No te preocupes Alice no pienso lastimarla, esta vez es diferente, tienes razón en que ella es diferente es especial no es como nadie que yo haya conocido – Dijo Edward destilando miel en la voz.

- Está bien, bueno ya te dejo, nos vemos en la tarde – Dijo en forma de despedida y se fue.

Una vez que logro entrar a su departamento, fue directamente a la ducha, pensando en qué pensaría Bella ante la idea de que digan que están saliendo, porque estaban saliendo ¿No? Se paró en seco.

¿Que era Bella de él?, sabía que era SU Bella, su mundo, su vida, pero ante el mundo ¿La presentaría como su novia? Hace mucho que no tenía una, ¿Ella aceptaría? ¿Cómo se lo pediría? Estaba muy nervioso pensando en cómo hacerlo, se desvistió de nuevo para meterse a bañar y se dio cuenta de aun olía a ella, por lo que se apresuró porque ya la extrañaba.

Mientras Bella se quedó en su habitación y volteo a ver la revoltura de la cama se apresuró a quitar las sabanas y mientras las quitaba observo que en medio de una de ellas había una pequeña mancha de sangre, evidencia que se había entregado por primera vez en su vida a un hombre y que no era cualquier hombre.

Se puso colorada al recordar todo el proceso que hubo para que la mancha fuera a parar a ese lugar, cuando cambio la ropa de cama y acomodaba las almohadas un dulce olor le llego, era el característico olor de Edward, el olor provenía de la almohada en la que había dormido él.

Salió con una sonrisa en sus labios al tener pruebas físicas de que no había sido un sueño, se dirigió a la cocina pensando en que preparar, abrió el refrigerador y encontró lo necesario para preparar una omelett por lo que comenzó a prepararla.

Puso agua para café y partió un poco de pan.

Unos golpecitos característicos le anunciaron que Edward ya había regresado.

- Adelante, está abierto – Grito Bella para que Edward pasara mientras que ella servía una ración en los platos y preparaba las tazas con café.

- No deberías de dejar la puerta abierta, ni gritar para que quien toque pase porque no sabes quién es – Dijo Edward en forma de regaño- Mmm ¡Huele muy rico! – Dijo al entrar y acercarse a la mesa de la cocina.

- Espero que te guste, también prepare un poco de café – Dijo Bella mientras lo invitaba a sentarse junto a ella donde había acomodado los platos que sirvió.

- Esto se ve realmente delicioso, pero no me has contestado por qué no cierras la puerta.

- Bueno para empezar la puerta estaba acerrada no con seguro, pero cerrada, además es que… reconozco tu manera de tocar la puerta – Dijo pensando en la forma exigente en que tocaba la puerta, ¿Que no podía tocar el timbre?

- Está bien, que te parece si comemos la verdad es que creo que me muero de hambre y esto de verdad se ve delicioso – Dijo Edward mientras señalaba los platos en la mesa, además de que no le apetecía pelear aunque él no podría enojarse con ella.

Desayunaron en un cómodo silencio disfrutando mutuamente de su compañía, cuando terminaron Edward le dio las gracias por la comida.

– Creo que me gustaría reposar la comida en la sala, ¿Me acompañas? Prometo que después te ayudare a lavar los platos, pero quiero que me acompañes – Dijo Edward imitando la mirada suplicante de Alice.

- Si, está bien yo también quede más que satisfecha, creo que comí mucho lo bueno es que no puedo subir de peso fácilmente – Dijo Bella medio en broma.

- ¿Qué?, me vas a decir de eres una de esas chicas que se obsesionan por cuidar su línea haciendo dietas y cosas por el estilo – Dijo Edward muy serio ya que no le gustaban las chicas tan superficiales.

- No, claro que no aunque me gusta hacer un poco de ejercicio de vez en cuando, para cuidarme mi salud es muy importante según mi mama, el comentario lo hacía porque en mi familia somos de complexión delgada.

- Pues para mi estas perfecta – Dijo Edward al entender que trataba de hacer un chiste – Bueno ya que te gusta hacer ejercicio y estoy de acuerdo con tu mama en que es bueno para tu salud tengo algo en mente para que ambos quememos esas calorías de más porque yo me quede con ganas de postre – Dijo de manera sugestiva.

- No entiendo que tiene que ver una cosa con la otra, pero creo que tengo unas galletitas en la alacena déjame ver y te las traigo – Dijo Bella de manera inocente levantándose del sofá, pero Edward la tomo por la cintura y la jalo haciendo que ella callera sobre sus piernas.

- Mi dulce e inocente Bella, yo me refería a otro tipo de postre – Susurró Edward al oído de Bella con una voz sumamente sensual, haciendo que Bella se sonrojara al entender sus palabras y una descarga de placer le recorrió el cuerpo entero.

- Creo que ahora entiendo que tenía que ver el ejercicio con el postre – Dijo sonrojándose aún más.

Enterró su cara en su pecho para que no la viera. De pensar en repetir todo lo que habían hecho anoche muchas sensaciones se apoderaron de su cuerpo, que estaba tan necesitado, necesitado de él.

Edward comenzó a besarle el cabello mientras que le levantaba el rostro para poder besarla, en cuanto sus labios se juntaron miles de sensaciones atravesaron sus cuerpos que parecían que iban a arder, pero Edward se acordó de la charla con la pequeña Alice y de lo que él pensó después.

- Bella, esta mañana cuando salía de aquí me encontré con Alice – Bella se tensó de inmediato, que quería decir con eso de que Alice lo vio – Y bueno nos invitó a comer a los dos, pero si no quieres ir no hay problema, ella no se puede quejar ni desquitar y podemos seguir con lo que estábamos – Dijo Edward mientras trataba de besar su cuello.

- No lo sé, que va a pasar si Alice nos viene a buscar tú y yo la conocemos y no se quedara quieta hasta que se salga con la suya.

- Bueno en eso tienes razón, pero nos podemos esconder en cualquier lado, la verdad es que solo me interesa estar contigo y si quieres que veamos a Alice no hay problema – Dijo sonriendo ante la idea de esconderse de Alice, pero solo la quería complacer.

 - Yo también quiero estar contigo, porque mañana tenemos que ir a trabajar, ¿Qué te parece si le cambiamos la comida por una cena? Porque de todos modos no nos va a dejar en paz hasta que le demos la cara.

- En eso tienes razón, me parece una buena idea deja que le mande un texto – Dijo Edward mientras sacaba su celular y le escribía a Alice – Bueno antes de que me hagas perder la cabeza de nuevo, hay algo que quiero hacer, este veras hmm… no sé cómo empezar, ¡Por Dios no sé cómo empezar! – Dijo con una sonrisa nerviosa – Bueno me gustaría saber si… - ¿Esta es la mejor manera de proponerle que sea tu novia? Que original y romántico eres le dijo una vocecita con sarcasmo en su interior.

- ¿Qué es lo que querías saber?... estas bien, nunca te había visto tan nervioso, no te preocupes decirme lo que quieras – Dijo Bella con una gran sonrisa en un intento de tranquilizarlo, estaba tan nervioso que se le atoraban las palabras pero se veía tan adorable, tan tierno.

- Bueno, este… mepregunatabasiqueriasserminovia – Dijo Edward de manera atropellada y en un susurro haciendo que Bella escuchara solo el principio de la frase que había dicho.

- Lo siento Edward, pero no… – Dijo Bella quien se quedó callada cuando vio la reacción de Edward.

Edward sentía que en ese momento su mundo se venía abajo, se golpeó mentalmente por volver a caer en las redes del amor haciendo estupideces.

– ¿Estas bien? contéstame, no te vez bien – Dijo Bella un poco asustada de que no le dijera nada.

Que le podía decir Edward: claro que no estoy bien, disfrutas de la imagen al verme destrozado, lo único que podía hacer era tratar de salir antes de comenzar a rogarle para que lo amara, se levantó del sofá moviendo a Bella

– Mi amor ¿Estás bien? – Dijo una ya muy asustada Bella que ni siquiera se había dado cuenta de cómo lo había llamado, mientras que a Edward esas palabras lo volvieron a la vida, pero lo confundían aún más, ¿Porque hacia eso?

- Este… creo que sí, no te preocupes, disculpa creo que me tengo que ir – Dijo ya que había tantas cosas en las que necesitaba pensar.

- Pe-pero… no íbamos a estar… juntos todo el día – Balbuceo patéticamente Bella – Además creo que había algo que me ibas a decir, pero no te entendí nada – Pidió de manera desesperada para que se quedara un poco más – Te estaba pidiendo que me lo repitieras pero no sé qué fue lo que te paso. Dime fue algo que dije, si es así lo siento de verdad no quiero que te vayas por…

No pudo continuar con su patético intento de retenerlo porque Edward atrapo sus labios con un beso cargado de pasión y deseo, cuando el oxígeno se les acabo, respiraron profundamente y el tomo su rostro con ambas manos y la miro fijamente a los ojos.

- Lo que te pregunte es que si querías ser mi novia, ¿Si quieres? – Pregunto Edward de manera tierna, diciendo las palabras más pausadamente.

- Claro que si quiero, pero no entendí tu reacción de hace unos momentos, ¿Porque te quieres ir? – Pregunto aun asustada porque intentara dejarla – Entiendo si es que te tienes que ir.

- Lo siento tanto mi amor, es que no estoy acostumbrado a esto, me asustaste, es que... entendí que no me querías junto a ti… yo solo… me quería ir – Confeso Edward muy avergonzado por pensar semejantes idioteces.

- No seas tonto Edward ¿Que ahora eres tú el que no recuerda lo que paso anoche?, no solo te dije que te amaba, creo yo que también te lo demostré me entregue a ti en cuerpo y alma y a la única conclusión a la que llego es que solo quiero estar contigo.

- No sabes lo feliz que me haces al decirme eso, pero es que es tan nuevo para mí hace mucho tiempo que no tenía una relación más… estable con nadie y me aterra tanto la idea de perderte, no entiendo cómo es que un ángel como tu quiera estar conmigo.

- Pues en ese caso ya somos dos – Dijo Bella mientras se reía de la situación – Yo pensaba exactamente lo mismo solo que al revés. No le encuentro sentido a que quieras estar con una niña como yo: poco atractiva, tan torpe, simple, sin sensualidad ni atributos que mostrar, que no tiene imaginación en lo referente al sexo, tan inexperta en ese sentido, estoy segura que de que te aburrirás de mi rápidamente.

- ¡¿Por dios como puedes pensar todas esas cosas de ti?!, eres la mujer más hermosa que he conocido, ¿Cómo crees que me aburriré de ti?, si eres tan dulce, tan entregada, con un adorable sonroso, todo de ti me atrae, eres deliciosa, tu piel me encanta, eres tan estrecha me vuelves loco, me encanta oír como dices mi nombre entre jadeos cuando me pides más, me llevas al cielo porque tú y yo, ¡Oye me encanta como suena eso, tu y yo que es igual a nosotros! – Dijo Edward con una gran sonrisa que le iluminaba el rostro – Nosotros hacemos el amor y eso no lo he hecho con nadie más, nunca he amado ni deseado a nadie como lo hago contigo, te amo Bella y no te cambiaría por nada en este mundo.

- Yo también te amo, no me quiero separar nunca de ti – Dijo Bella mientras lo abrazaba y buscaba sus labios para fundirse con él en un solo ser.

Él le respondió el beso de muy buena gana, mientras se volvía a sentar en el sofá acomodándola en su regazo para poder disfrutar mejor de ella. Bella se sobresaltó al sentir como debajo de sus piernas el miembro de Edward comenzaba a endurecerse aumentando de tamaño y eso volvió loca a Bella que sin pensarlo se paró del regazo de Edward dejándolo paralizado.

Edward pensó que tal vez le había incomodado un poco que su virilidad despertara tan rápido así es que no hizo nada por detenerla, lo más importante era complacerla, pero se quedó totalmente asombrado al ver como Bella se montaba en el colocando cada pierna a los lados de las de Edward.

Lo tomándolo por el cuello lo jalo demandantemente en busca de un beso, que lo saco de su ensoñación y lo respondió con demasiada pasión haciendo que Bella enloqueciera aún más y comenzó a frotarse contra la erección de Edward haciendo que esta se notara aún más y que Edward soltara un gruñido cargado de deseo.

La tomo por la cintura repagándola más a su más que necesitado miembro al que le estorbaba la ropa y
desesperadamente comenzó a subirle la blusa para dejarla únicamente en sujetador y al verla así comenzó a devorar sus pechos por encima del sujetador que termino bajando con los dientes deleitándose con el sabor de su piel.

Bella comenzó a arrancarle literalmente los botones de su camisa, gesto que lo excito aún más, comenzaron a devorarse mutuamente sin compasión con la sola finalidad de saborearse, era tanto el placer que sentían que Bella se dejó llevar por él hachándose hacia atrás apoyada en los fuertes brazos de Edward ofreciéndole descaradamente sus pechos disfrutando de las sensaciones que la embargaban.

Cuando ya no pudo más soltó un gemido de placer que encanto a Edward haciendo que su ego se elevara sabedor de que él era el único que le provocaba esas sensaciones a su ángel, pero necesitaba hacerla suya, necesitaba estar dentro de ella o explotaría. Edward se levantó del sofá tomándola de los glúteos al tiempo
que ella se aferraba a su cuello con sus brazos y a su cadera con sus piernas, se dirigieron a su habitación donde la recostó de una manera delicada y recordó que Bella probablemente estaría un poco adolorida o incomoda porque la noche anterior se había entregado por primera vez a un hombre que para la gran fortuna de Edward ese hombre había sido él.

Tuvo que contenerse de envestirla salvajemente como él deseaba, sus manos se movían avariciosas por todo su cuerpo haciendo que ella gimiese su nombre.

- Edward, te necesito – Jadeo Bella levantando las caderas buscando encontrarse con su miembro.

- Tranquila mi amor disfruta, además tenemos que ir despacio, ¿No te sientes incomoda o adolorida? – Pregunto un poco preocupado.

- Ed-ward te necesito ahora, por favor – Suplico en medio de un gemido. Solo sabía que se sentía necesitada, necesitada de él, ¿Es que debería de dolerle algo?

- Shhh, mi amor, yo también te necesito – Dijo Edward en un quejido pero temía lastimarla.

Descendió acariciando su cuerpo quitándole el resto de su ropa y dirigió una de sus manos hacia su entrepierna abriendo con sus dedos los delicados labios y comenzó a acariciar su botón y su entrada.

Edward se dio cuenta de que ya estaba húmeda con su pulgar se dedicó a masajear su botón mientras que introducía uno de sus dedos y Bella comenzó a levantar las caderas en forma demandante pidiendo más a lo que él la complació introduciendo otro de sus dedos y comenzó a moverlos de manera rítmica y magistral haciéndola gemir más y más alto mientras que le devoraba uno de sus pechos y ella se sintió morir de placer.

- No… no puedo más – Dijo Bella en medio de un jadeo mientras enterraba las uñas en la espalda de Edward que en lugar de lastimarlo lo excitaron aún más.

- Así mi amor no te detengas, hazlo disfruta.

Y en medio de un gritito de placer mezclado con el nombre de Edward, Bella experimento su primer orgasmo de la tarde que la invadió de tal manera que sintió tocar el cielo con los dedos.

En cuanto Edward retiro su mano de su entrepierna dirigió su boca hacia donde hacía unos instantes estaba su mano y se dispuso a beber el néctar que emanaba de Bella saboreándolo al máximo, mientras dejaba que su respiración se tranquilizara él se acomodaba encima de ella, despojándose del resto de su ropa.

- Te amo tanto mi dulce Bella – Dijo con un suspiro – Te deseo tanto.

- Yo también te amo, quiero ser tuya ahora y siempre y tú también debes de disfrutar.

- Tus deseos son órdenes aunque no te haces una idea de cómo disfruto de ver como gozas con mis caricias, como explotas cuando llegas al clímax – Dijo con voz cargada de orgullo un poco gruesa debido al deseo.

Se colocó en su entrada y con sumo cuidado entro en ella, teniendo cuidado de no lastimarla y Bella enrollo sus piernas en su caderas empujándolo incitándolo a que entrara más profundamente y así lo hizo ya que al complacerla a ella el disfrutaba tanto como ella.

Comenzó con leves embestidas disfrutando de su calidez y estreches.

– Bella eres tan cálida – Dijo en medio de un gemido.

Bella apretó más sus piernas pidiendo mudamente que fuera más rápido y este comenzó a embestirla más rápido y más profundamente, provocando que de los labios de Bella saliera un gritito cargado de pasión que Edward malinterpreto, pensando en que la había lastimado, así es que se detuvo.

- ¡No te detengas!, por favor, me estas volviendo loca, por favor – Entonces el prosigo con su tarea – Aaahh, así más, más rápido – Dijo moviéndose de manera desesperada buscando más profundidad en las estocadas de Edward que estaba en medio de un frenesí y no se detuvo hasta ver como Bella alcanzaba su segundo orgasmo y después de dos estocadas más él la acompaño en su orgasmo sintiéndose en el paraíso.

Se dejó caer en la cama a su lado ya que no tenía fuerzas solo movió a Bella porque aún no había salido de ella se sentía tan bien, una vez que sus respiraciones ya no eran del todo irregulares el salió de ella con mucho cuidado, dejándole una sensación de vacío.

- Te amo mucho mi dulce Bella – Dijo Edward mientras la tapaba y la acomodaba cerca de él.

- Yo también te amo, es maravilloso estar contigo – Dijo Bella dándole un dulce beso en los labios, y así se quedó dormida.

Edward observaba a su ángel dormir, se veía tan hermosa sonrojada además se un poco sudorosa por la gran actividad física que acaba de realizar, tan tranquila en sus brazos confiando en el ciegamente.

Se prometió así mismo nunca lastimarla y protegerla de todos los que la quisieran lastimar, sin más la abrazo por la cintura abandonándose en los brazos de su ángel acompañándola en sus dulces sueños.





1 comentario:

  1. I love it! Quiero leer el próximo capítulo pronto! Besos :)))

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Graciias por dejar tus palabras, estas hacen que quiera seguir escribiendo, y que cada día le ponga más ganas!!

Gracias al blog smilersheart.blogspot.com
por esta firma :)
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